Este período de casi 150 años (mediados del siglo VI hasta el 710) forma parte del período Yamato, mucho más largo, en el que Japón se unificó más o menos bajo el liderazgo de un solo líder. El nombre del período Asuka proviene de los frecuentes desplazamientos de la corte real a la ciudad del mismo nombre.

El acontecimiento más importante de este período es la introducción del budismo en Japón, que se llevó a cabo gracias al rey de Baeckje, uno de los tres reinos de Corea, que envió una estatua de Buda al gobernante de Japón.

Sin embargo, este asentamiento budista no complació a los sintoístas, por lo que se desató un conflicto entre dos clanes: Soga y Mononobe. Esta guerra religiosa terminó con la victoria de los budistas frente a los practicantes del sintoísmo.

Además, alrededor del 593 reinó por primera vez una mujer en Japón, la emperatriz Suiko. Este período también está marcado por la creación de una moneda de cobre japonesa en la era Wado.

Hay otros cambios y acontecimientos destacables en esta época:

  • El sistema de doce niveles de rango,
  • La primera Embajada de Japón en la China de los Sui,
  • La primera misión diplomática japonesa en la China de los Tang,
  • Las reformas Taika para unificar Japón,
  • La guerra de Jishin, un conflicto de sucesión,
  • Japón se convierte en un imperio propiamente dicho gracias al emperador Tenmu.

El período de Asuka fue seguido por el de Nara (710-784), que se convirtió en la capital permanente de la época. El período Nara estuvo marcado por la era Tenpyō (729-749) durante la cual el hambre y las epidemias asolan el país.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO